lunes, 28 de mayo de 2012

5. LA GESTIÓN DE RESIDUOS
La generación de residuos forma parte de la vida. Al consumir sus alimentos, los animales desechan lo que no pueden asimilar o lo que ya no desean ingerir cuando están saciados. Todo cuanto consumen es sometido a un proceso de digestión y metabolización cuyo resultado es al producción de residuos. El ser humano no escapa a esta ley natural.

El problema con el que nos encontramos en la actualidad es el enorme volumen de residuos sólidos urbanos (RSU) que generamos. Según datos del Ministerioo de Medio Ambiente, en 1995 se generaron en España 15 millones de toneladas de RSU. Solo una mínima parte de este incremento se explica por factores demográficos; el resto se debe a tres causas:
- Los nuevos meteriales.
- El exceso de embalaje (plásticos, cartones y papel, principalmente).
- El aumento del consumo, que supone la causa más importante.

El sistema tradicional de tratamiento de RSU se basaba e nal recogida de la basura y su traslado a un vertedero o su incineración. Los problemas sanitarios asociados a este tipo de vertederos son graves: como consecuencia de la acción de las bacterias y de las altas temperaturas, la basura se descompone, produciendo lixiviados y gases como metano y dióxido de carbono. Algunos vertederos han alcanzado grandes proporciones y han llegado a ocasionar graves accidentes como incendios y avalanchas.

Esta clase de vertederos sigue siendo abundantes en España. Los gobiernos municipales han incluido entre sus prioridades su sustitución por vertederos controlados, grandes agujeros cuyo fondo y paredes han sido impermeabilizados con arcillas compactadas.

Hay que reducir al mínimo la proporción de RSU. La incineración puede ser una opción aceptable siempre que las plantas incineradoras extremen las precauciones para evitar la difusión de los productos tóxicos resultantes de la combustión.


El futuro de nuestro planeta depende de nuestra capacidad para reciclar la totalidad de los RSU. Los ayuntamientos de nuestras ciudades, que han puesto a nuestra disposición puntos limpios y servicios de recogida a domicilio para los residuos tecnológicos, además de un número creciente de contenedores selectivos. Los ayuntamientos que han instalado contenedores para pilas descargadas y para aceite de freír usado puede emplearse para la elaboración de jabones y para la fabricación de biocombustibles.

El siguiente paso lo debemos dar todos nosotros; el camino que nos queda por recorrer es todavía muy largo.

5.1. EL COMPOSTAJE DE LOS RESIDUOS ORGÁNICOS
Los residuos orgánicos constituyen actualmente menos del 50% de los RSU en España.

El componente orgánico puede ser compostado. El compostaje era una práctica muy común en el mundo rural antes de que llegaran los modernos fertilizantes. Consiste en la descomposición de la materia orgánica en presencia de oxígeno y en condiciones de humedad y temperatura controladas. El compost es un excelente abono natural muy apreciado por los agricultores, que vuelve a ser demandado en la actualidad para potenciar la agricultura ecológica.

El problema del compostaje es que es imposible garantizar que los residuos orgánicos estén totalmente libres de metales pesados y otras sustancias tóxicas, pese al esfuerzo que se realiza en las plantas de compostaje para eliminar estas sustancias. Por ello, es fundamental no arrojar ningún tipo de pila o batería descargada a la basura.

Las modernas plantas de compostaje cuentan con avanzados medios para medir la concentración de metales pesados en los residuos que reciben.

5.2. EL RECICLAJE DEL VIDRIO
Las materias primas con las que se fabrica el vidrio son muy abundantes, por lo que no existe riesgo de que se agoten. Es muy abundantes reciclarlo por dos motivos fundamentales:
- El vidrio es un material muy estable que tarda miles de años en descomponerse.
- La fabricación de vidrio a partir de materiales recilcados requiere un consumo energético menor por el ahorro en combustibles fósiles y la reducción de emisiones de CO2
El vidrio es reciclable al 100%.

5.3 EL RECICLAJE DEL PAPEL Y CARTÓN
El proceso de reclaje de papel y cartón es tan sencillo como el del vidrio.

El reciclado de papel resulta bastante más problemático que el del vidrio. Por un lado, no es posible eliminar la totalidad de la tinta. Además con cada reciclaje las fibras de celulosa se deterioran

Las ventajas superan enormemente a los inconvenientes: el reciclado de papel contamina menos, consume menos energía, etc.

5.4 EL RECICLAJE DE PLÁSTICOS
El término plástico hace referencia a toda una gama de polímeros. La dificultad del reciclaje de los plásticos reside en su separación.

Los polímeros termoplásticos son teóricamente fáciles de reciclar: basta someterlos a un proceso de triturado cuyo resultado final es la granza, virutas de plástico listas para su fundido y moldeo. Los principales son el HDPE o PEAD y muchos más. Los polímeros termoestables son más problemáticos, ya que requieren un reciclaje a base de disolventes y otros agentes químicos.

En la práctica separar los plásticos resulta costoso, lo que incide negativamente en sus posibilidades de reciclaje. Una solución que poco a poco se está abriendo paso en el mercado de productos reciclados es la madera plástica, un material cuyo principal componente es una mezcla de termoplásticos de cualquier tipo a la que se añaden pequeñas canteidades de madera y a veces algo de metal.

La industria petroquímica está invirtiendo en el desarrollo de técnicas químicas de recilado que permitirían recuperar materias primas, tan válidas a partir de la descomposición de plásticos usados.

5.5. EL RECICLAJE DE METALES
La míneria es una actividad que requiere una elevada inversión en materiales y mano de obra. Otro inconveniente de los metales son los riesgos laborales que conlleva su extracción

La preocupación por la sotenibilidad y la conservación del medio ambiente no ha hecho más que incentivarlo.

Las aleaciones ferrosas son las más fáciles de reciclar. Los resultados saltan al a vista: más de la mitad del acero que nos rodea es reciclado.

Otros metales no cuentan con la ventaja del ferromagnetismo, pero su reciclado es igualmente rentable. Uno de los más atractivos para los chatarreros es el cobre presente en la mayoría de conductores eléctricos.

El plomo y el estaño son también metales muy fáciles de reciclar gracias a su bajo punto de fusión. Mención aparte merece el aluminio. Su reciclaje es más difícil y la calidad del aluminio reciclado depende de su procedencia. El aluminio reciclado permite un ahorro del 95% de energía.

El mercurio es un material altamente contaminante. Debemos sensibilizarnos para recilcarlo correctamente prestando gran atención a los termómetros y las pilas de botón.



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